Salmos 108

1 Oh Dios, no te quedes callado;
no guardes silencio, oh Dios nuestro.

2 Porque he aquí que tus enemigos hacen tumulto,
y los que te aborrecen alzan cabeza.

3 Contra tu pueblo han consultado astuta y secretamente,
y han entrado en consejo contra tus protegidos.

4 Han dicho: «Vengan, destruyámoslos del todo,
para que no haya más nación de Israel.»

5 Porque se han puesto de acuerdo de corazón,
han hecho pacto contra ti:

6 las tiendas de Edom y los ismaelitas,
Moab y los hagarenos,

7 Gebal, Amón y Amalec,
los filisteos y los habitantes de Tiro.

8 También Asiria se ha unido a ellos;
han dado ayuda a los hijos de Lot. Selah

9 Hazles como a Madián,
como a Sísara y a Jabín en el torrente de Cisón;

10 los cuales perecieron en Endor,
fueron convertidos en estiércol para la tierra.

11 Haz a sus príncipes como a Oreb y a Zeeb,
y a todos sus príncipes como a Zebah y a Zalmuna,

12 que dijeron: «Tomemos para nosotros
las moradas de Dios en posesión.»

13 Dios mío, oh Dios, alcántaros hasta ellos;
haz que tiemblen todos los reinos de la tierra.

14 Dales golpes como a Sísara y a Jabín en el torrente de Cisón;
haz que sean como estiércol para la tierra.

15 Haz que sean avergonzados y confundidos perpetuamente;
haz que sean abatidos y perezcan,

16 para que conozcan que solo tú, cuyo nombre es Jehová,
eres el Altísimo sobre toda la tierra.

¿Cuál es el contenido del Salmo 108?

El Salmo 108 es un poema de alabanza y súplica que se encuentra en el libro de los Salmos, específicamente en el Salterio de David. Este salmo está compuesto por 13 versículos que se dividen en dos partes.

En la primera parte del Salmo 108, el autor comienza alabando a Dios por su amor y fidelidad. El salmista reconoce que Dios es el único que puede salvar y proteger a su pueblo. En el versículo 3, el autor declara: «Yo te alabaré entre los pueblos, oh Señor, cantaré salmos a ti entre las naciones».

En la segunda parte del Salmo 108, el salmista hace una súplica a Dios para que lo ayude en la batalla contra sus enemigos. El autor se encomienda a Dios para que lo proteja y le conceda la victoria. En el versículo 13, el salmista declara: «Con Dios haremos proezas, él aplastará a nuestros enemigos».

En el Salmo 108, el autor muestra una gran confianza en Dios y su capacidad para salvar y proteger a su pueblo. Este poema es un llamado a la alabanza y la súplica, y nos recuerda la importancia de confiar en Dios en todas las circunstancias de la vida.

El Salmo 108 es una oración de alabanza y confianza en Dios, que muestra la grandeza y gloria del Señor.

Los versículos relacionados con el Salmo 108 son:

  • – Versículo 1: Dios mío, no te quedes callado; ¡no te quedes sin responderme!
  • – Versículo 2: Porque tus misericordias son grandes por encima de los cielos, y tu fidelidad llega hasta las nubes.
  • – Versículo 3: Levántate por encima de los cielos, oh Dios, y muestra tu gloria sobre toda la tierra.
  • – Versículo 4: Para que tus amados sean liberados, salva con tu mano derecha y respóndeme.
  • – Versículo 5: Dios ha hablado en su santuario: ‘Me alegraré, dividiré a Siquem y mediré el valle de Sucot.’
  • – Versículo 6: Mío es Galaad, mío es Manasés; Efraín es mi casco, Judá mi cetro.
  • – Versículo 7: Moab es mi lavamanos, sobre Edom arrojaré mi sandalia; sobre Filistea gritaré de triunfo.
  • – Versículo 8: ¿Quién me llevará a la ciudad fortificada? ¿Quién me guiará hasta Edom?
  • – Versículo 9: ¿No eres tú, oh Dios, quien nos ha rechazado y no sales con nuestros ejércitos?
  • – Versículo 10: Danos ayuda contra el enemigo, porque la ayuda del hombre es inútil.
  • – Versículo 11: Con Dios haremos proezas, él pisoteará a nuestros enemigos.

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