Salmos 77

1 Con mi voz clamé a Dios,
a Dios clamé, y él me escuchó.
2 Al Señor busqué en el día de mi angustia;
mi mal corría de noche, y no cesaba;
mi alma rehusó el consuelo.
3 Me acordaba de Dios, y me conmovía;
me quejaba, y desmayaba mi espíritu. Selah
4 No me dejaste cerrar los ojos;
estuve quebrantado, y no hablé.
5 Consideraba los días desde el principio,
los años de los siglos.
6 En la noche meditaba en mi corazón,
y reflexionaba, y desfallecía mi espíritu. Selah
7 ¿Desechará el Señor para siempre,
y no volverá a ser propicio más?
8 ¿Ha cesado para siempre su misericordia?
¿Se ha acabado perpetuamente su promesa?
9 ¿Olvidará Dios el tener misericordia?
¿Encerrará con ira sus piedades? Selah
10 Dije: «Enfermedad mía es esta;
en cambio, yo recordaré los años de la diestra del Altísimo».
11 Me acordaré de las obras de Jehová;
sí, haré yo memoria de tus maravillas antiguas.
12 Meditaré en toda tu obra,
y hablaré de tus hechos.
13 Oh Dios, santo es tu camino;
¿qué dios es grande como nuestro Dios?
14 Tú eres el Dios que hace maravillas;
hiciste notoria en los pueblos tu potencia.
15 Con tu brazo redimiste a tu pueblo,
a los hijos de Jacob y de José. Selah
16 Te vieron las aguas, oh Dios;
las aguas te vieron, y temieron;
temblaron los abismos.
17 Las nubes echaron inundaciones de aguas;
tronaron los cielos,
y discurrieron tus rayos.
18 La voz de tu trueno estaba en el torbellino;
tus relámpagos alumbraron el mundo;
la tierra se estremeció y tembló.
19 En el mar fue tu camino,
y tus sendas en las muchas aguas;
y tus pisadas no fueron conocidas.
20 Guiaste a tu pueblo como a ovejas,
por mano de Moisés y de Aarón.

¿Cuál es el contenido del Salmo 77?

El Salmo 77 es uno de los salmos más conmovedores y emotivos del libro de los Salmos. Este poema lírico está escrito por Asaf, quien es uno de los levitas en el templo de Jerusalén durante el reinado del Rey David. El salmo se divide en tres partes distintas, cada una de las cuales ofrece una visión única de la experiencia humana de la desesperación y la angustia.

Primera parte: Lamentación y desesperación

En los primeros versículos del Salmo 77, Asaf expresa su profunda tristeza y desesperación. Se pregunta si Dios lo ha abandonado y si sus oraciones han caído en oídos sordos. Describe su angustia como una sensación de ahogo y opresión en su pecho, y se siente incapaz de encontrar consuelo en ninguna parte.

Asaf también reflexiona sobre la historia de su pueblo, recordando las grandes obras que Dios ha realizado en el pasado para liberarlos y protegerlos. Se pregunta por qué Dios no está actuando de la misma manera ahora, y por qué su pueblo está sufriendo tanto. A pesar de su dolor y desesperación, Asaf sigue aferrándose a la esperanza de que Dios lo escuchará y lo ayudará.

Segunda parte: Recordando las obras de Dios

En la segunda parte del Salmo 77, Asaf comienza a recordar las grandes obras de Dios en el pasado. Describe cómo Dios abrió el Mar Rojo para que los israelitas pudieran escapar de Egipto, y cómo los guió a través del desierto con una columna de fuego y nube. Asaf también recuerda cómo Dios derrotó a los enemigos de Israel y entregó la tierra prometida a su pueblo.

A través de este recuerdo, Asaf encuentra consuelo y esperanza. Se da cuenta de que Dios es poderoso y puede hacer cualquier cosa, y se siente fortalecido por la idea de que Dios está con él y lo guiará a través de su dolor.

Tercera parte: Confianza en Dios

En la tercera y última parte del Salmo 77, Asaf llega a una conclusión. A pesar de su dolor y sufrimiento, decide confiar en Dios y poner su fe en él. Afirma que Dios es su roca y su refugio, y que estará con él en todo momento.

Asaf termina el salmo con una expresión de alabanza y gratitud a Dios. Reconoce que Dios es poderoso y amoroso, y que su presencia y guía son la única cosa que necesita para superar cualquier dificultad.

En resumen, el Salmo 77 es un poema lírico que refleja la experiencia humana de la desesperación y la angustia. A través de un recuerdo de las grandes obras de Dios en el pasado, Asaf encuentra consuelo y esperanza, y decide confiar en Dios para guiarlo a través de su dolor.

El Salmo 77 es un salmo de lamentación en el que el salmista expresa su angustia y sufrimiento a Dios, pero también reconoce su poder y fidelidad. El tema principal del salmo es la confianza en Dios en medio de la adversidad.

Algunos de los versículos más destacados del Salmo 77 son:

  • – «Clamo a Dios con mi voz, a Dios clamo, y él me escucha» (v. 1).
  • – «En el día de mi angustia busco al Señor; de noche extiendo las manos sin descanso, y mi alma rehúsa consuelo» (v. 2-3).
  • – «Has guardado mis ojos de cerrarse en el sueño; estoy tan atribulado que no puedo hablar» (v. 4).
  • – «Recordaré los hechos del Señor; sí, recordaré tus maravillas de antaño» (v. 11).
  • – «Tus caminos, oh Dios, son santos. ¿Qué dios hay tan grande como nuestro Dios?» (v. 13).

En resumen, el Salmo 77 es una oración de lamento y esperanza en la que el salmista busca la ayuda y el consuelo de Dios en medio de la adversidad.

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