1 Te alabaré de todo corazón;
delante de los dioses te cantaré salmos.
2 Me postraré hacia tu santo templo
y alabaré tu nombre por tu amor y tu fidelidad;
porque has engrandecido tu nombre y tu palabra
por encima de todo.
3 Cuando te invoqué, me respondiste;
aumentaste mi fuerza y mi ánimo.
4 Te alabarán, Señor, todos los reyes de la tierra,
porque han oído tus promesas.
5 Cantarán los caminos del Señor,
porque la gloria del Señor es grande.
6 Aunque el Señor es excelso, se fija en los humildes,
y de lejos reconoce a los soberbios.
7 Si camino en medio de la angustia, tú me conservas la vida;
extiendes tu mano contra la ira de mis enemigos,
y con tu diestra me salvas.
8 El Señor cumplirá su propósito en mí.
¡Tu amor, Señor, es eterno!
¡No abandones la obra de tus manos!
¿Cuál es el contenido del Salmo 138?
El Salmo 138 es uno de los salmos más conocidos y apreciados por los creyentes cristianos. Este salmo es una expresión de gratitud y alabanza a Dios por su fidelidad y bondad hacia aquellos que confían en él.
El salmo comienza con una declaración de alabanza y agradecimiento: «Te doy gracias, oh Señor, de todo corazón; delante de los dioses te cantaré alabanzas» (versículo 1). Este versículo muestra la actitud de humildad y gratitud del salmista hacia Dios, reconociendo su soberanía y poder.
En el segundo versículo del Salmo 138, el salmista expresa su confianza en Dios: «Me postro ante tu santo templo, y alabo tu nombre por tu amor y tu fidelidad; porque has engrandecido tu nombre y tu palabra por encima de todas las cosas». En esta parte del salmo, el salmista se enfoca en la grandeza de Dios y su fidelidad hacia aquellos que lo buscan y confían en él.
En el tercer versículo, el salmista explica cómo Dios le ha respondido en el pasado: «Cuando te invoqué, me respondiste; aumentaste mi fuerza interior». Este versículo muestra la confianza del salmista en la ayuda y provisión divina en momentos de necesidad.
El Salmo 138 continúa con una declaración de confianza y seguridad en Dios: «El Señor está en las alturas, pero se fija en los humildes, y conoce desde lejos a los orgullosos». Este versículo muestra la actitud de humildad y confianza en Dios del salmista, reconociendo que Dios está presente en todo momento y puede ayudar a aquellos que lo buscan con un corazón sincero.
En los versículos finales del Salmo 138, el salmista expresa su confianza en la protección divina: «Aunque ande en medio de peligros, tú me conservarás la vida; extenderás tu mano contra el furor de mis enemigos, y tu diestra me salvará». En esta parte del salmo, el salmista muestra su confianza en la protección y provisión divina en momentos de peligro y dificultad.
El Salmo 138 es una expresión de gratitud y alabanza hacia Dios por su fidelidad y bondad hacia aquellos que confían en él. Este salmo muestra la actitud de humildad y confianza en Dios del salmista, reconociendo su grandeza y su capacidad de ayudar y proteger en momentos de necesidad.
El Salmo 138 es un salmo de acción de gracias que muestra la gratitud del salmista hacia Dios por su amor y fidelidad. El salmista expresa su confianza en Dios y su reconocimiento de que Él es el único digno de alabanza y adoración.
Los versículos relacionados con el Salmo 138 son:
- – Versículo 1: Te alabaré con todo mi corazón; delante de los dioses te cantaré alabanzas.
- – Versículo 2: Me postraré ante tu santo templo, y alabaré tu nombre por tu amor y tu fidelidad; porque has engrandecido tu nombre y tu palabra por encima de todo.
- – Versículo 3: Cuando te invoqué, me respondiste; me infundiste aliento y fortaleza en el alma.
- – Versículo 4: Todos los reyes de la tierra te alabarán, Señor, porque han oído las palabras de tu boca.
- – Versículo 5: Cantarán los caminos del Señor, porque es grande la gloria del Señor.
- – Versículo 6: Aunque el Señor es excelso, cuida de los humildes, y de lejos reconoce a los soberbios.
- – Versículo 7: Si ando en medio de la angustia, tú me haces vivir; extiendes tu mano contra la ira de mis enemigos, y con tu diestra me salvas.
- – Versículo 8: El Señor cumplirá su propósito en mí. Tu amor, Señor, es eterno; no abandones la obra de tus manos.
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