Salmo 121: Nuestra seguridad esta en Dios

El Salmo 121 es uno de los salmos más populares de la Biblia, conocido por su promesa de ayuda y protección divina. Este salmo es una oración de confianza en Dios y su poder para ayudar y proteger a sus hijos en todo momento. Aquí te dejo el Salmo 121 completo según la versión de la Biblia Reina-Valera 1960:

121 Alzaré mis ojos a los montes;
¿De dónde vendrá mi socorro?
2 Mi socorro viene de Jehová,
Que hizo los cielos y la tierra.
3 No dará tu pie al resbaladero,
Ni se dormirá el que te guarda.
4 He aquí, no se adormecerá ni dormirá
El que guarda a Israel.
5 Jehová es tu guardador;
Jehová es tu sombra a tu mano derecha.
6 El sol no te fatigará de día,
Ni la luna de noche.
7 Jehová te guardará de todo mal;
Él guardará tu alma.
8 Jehová guardará tu salida y tu entrada
Desde ahora y para siempre.

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Significado del salmo

El Salmo 121 es un salmo de confianza y protección en Dios. Este salmo fue compuesto por un peregrino que se dirigía a Jerusalén para adorar en el templo, y se sentía vulnerable en el camino. En este salmo, el peregrino expresa su confianza en que Dios lo protegerá y lo ayudará en todo momento, incluso en los peligros del camino.

El salmo comienza con una expresión de confianza en Dios como la fuente de ayuda y protección: «Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra» (versículos 1-2). A continuación, el salmista expresa su confianza en la vigilancia de Dios: «No dará tu pie al resbaladero, ni se dormirá el que te guarda. He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel» (versículos 3-4).

El salmo continúa con una promesa de protección divina: «Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha. El sol no te fatigará de día, ni la luna de noche. Jehová te guardará de todo mal; él guardará tu alma» (versículos 5-7). El salmo concluye con una afirmación de que Dios protegerá al peregrino en todas sus salidas y entradas, ahora y para siempre: «Jehová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre» (versículo 8).

El Salmo 121 es un salmo de confianza en Dios como la fuente de ayuda y protección en todo momento, incluso en los peligros del camino. Este salmo es una fuente de consuelo y esperanza para aquellos que confían en Dios en todas las circunstancias de la vida.

Versículos relacionados

Existen varios versículos en la Biblia que están relacionados con el Salmo 121 y que comparten su temática de confianza y protección en Dios. A continuación, te mencionaré algunos de ellos:

  • Proverbios 3:5-6: «Confía en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas».
  • Salmo 46:1-2: «Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos aunque la tierra sea removida, y aunque los montes se deslicen al mar».
  • Isaías 41:10: «No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te fortalece; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia».
  • Filipenses 4:6-7: «Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús».

Todos estos versículos comparten la misma temática del Salmo 121: la confianza y protección en Dios en todo momento y circunstancia. Estos versículos nos recuerdan que Dios es nuestra fortaleza y nuestro refugio, y que podemos confiar en él en todas las situaciones de la vida.

Video y audio de salmo 121

A lo largo de la vida no estamos libres de situaciones de inseguridad, de momentos de inestabilidad que crean un sentimiento de inseguridad y dan lugar a pensamientos de constante desesperación. La persistencia de tales pensamientos durante un largo período de tiempo puede distraernos completamente del plan de Dios para nosotros.

Te animo a que en estos momentos tengas la oportunidad de levantar tus ojos hacia Dios y hacer de su presencia un alto refugio. Su seguridad no está en las finanzas, su ayuda no vendrá del sistema, no encontrará la verdad en el mundo de las verdades relativas y los fundamentos cambiantes. Cualquier apoyo que no sea el de Dios mismo no puede ser completo. Nunca podrá apoyarte de la manera en que sólo él puede hacerlo.

Dios no nos deja a su cuidado, haciendo de su presencia el lugar de su presencia, le dará seguridad y le llenará de valor para cumplir su propósito aquí en la tierra. Esto se expresa en el Salmo 121, que forma parte de las llamadas canciones progresivas. También conocido como cantos de peregrinos. Cuando fueron a Jerusalén a adorar a Dios en el templo, se dieron cuenta de que su ayuda venía de Dios. De quien los amó, de quien los pensó, de quien los creó.

Cuando los peregrinos miraban a las montañas (entonces se podían ver los altares de los dioses paganos), se preguntaban, «¿De dónde viene mi ayuda? Su respuesta fue muy concreta, porque sabían que Dios creó el cielo y la tierra en primer lugar. Que Dios estaba con ellos. En este Dios, el Creador, se encuentra su seguridad. Se sentían seguros sobre todo en el peligro.

Si en tu camino te encuentras con circunstancias desfavorables, te invito a que levantes la vista y reconozcas que es Dios mismo quien puede ayudarte; Él, que lo creó todo y lo apoya, no te descuida, no se desespera y no dirige tu atención a otra persona o circunstancias. Deje que su atención esté en Dios mismo. Verás que tu corazón se anima en el entendimiento de que la ayuda de Dios nunca llega demasiado tarde.

Levantemos los ojos a Dios, que es lo suficientemente poderoso para determinar nuestra eternidad en circunstancias difíciles.

¡Dale un suspiro a tu corazón! El Señor es tu guardián.

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Imagenes del salmo 121

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